Labordeboy, una pequeña localidad de Santa Fe
ubicada en medio de plantaciones de soja.
Una comunidad donde todos se conocen, se saludan,
conocen sus ritmos, sus miedos y deseos.
Hacia allá fui esperando encontrar algo que me
ayudara a atravesar un proceso sociofóbico.
Llegué sin ningún proyecto artístico preconcebido,
permeable a cualquier posibilidad que pudiera surgir en el lugar.
De pronto me encontré siendo recibido en casa de extraños,
ajenos a la desconfianza de quienes vivimos en grandes ciudades.
Sorpresivamente mi interés y capacidad de
socializar con desconocidos continuaba intacta.
Las apacibles charlas siempre desembocaban en mi
fetichista interés por los objetos que nos rodeaban, aquellos que nos recuerdan
momentos, lugares y seres queridos, nos hacen sentir acompañados.
De cada casa me iba con fotografías tomadas a un
objeto, elegido especialmente por su anfitrión.
El fetichismo, la catalogación y la acumulación
una vez mas guiaban mi obra.
Así llegué a una cordial mujer que luego de
varias negativas, creyendo que no poseía nada de interés para mi proyecto, me
pidió que la aguardara.
Al cabo de unos minutos regresó sosteniendo algo
entre sus manos.
Era la gastada billetera que ella aún conservaba de
su fallecido hijo.
El trabajo había llegado a su fin.
Instalación en ruta 4
En frente altar a San Expedito, detrás "La cura"
Labordeboy
Santa Fe
La cura
Fotografías sobre acetato, madera, charol, vidrio y leds
76 x 104 x 38
2013
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