Obras recientes




Sin título
Fotografías sobre acetato, vidrio y madera esmaltada
Tríptico 20 x 26 cm cada pieza
2014


Aquello que llaman amor




Aquello que llaman amor
Superposición de dos dibujos sobre vidrios, fondo de MDF pintado con esmalte
82 x 62 cm
2015


Ahora vos y yo somos iguales




Ahora vos y yo somos iguales
Charol sobre MDF
200 x 128 cm
2014


Nueve figuras y un amor




Nueve figuras y un amor
Charol sobre madera
65 x 87,2 cm
2014


Una tierra sin espejos




Una tierra sin espejos
Fotografías sobre acrílico, madera, vidrio y lámpara
51,4 x 36,4 x 21 cm
2014




Salón Nacional 2014






Salón Nacional de Artes Visuales 2014




Obra seleccionada:
Ahora vos y yo somos iguales
Inauguración jueves 18 de diciembre a las 19:00
Palais de Glace


Naturaleza de lo cotidiano II




Instalación site-specific en Casa Belgrado
Objetos hogareños y televisor
Medidas variables
2014





Inauguración: sábado 22 de noviembre 20:00


Naturaleza de lo cotidiano




Naturaleza de lo cotidiano
Instalación site-specific en la muestra "Oro"
Medidas variables
2014


Oro





Inauguración sábado 24 de mayo 19:00
Fray Justo Santamaría de Oro 2178

Texto de M.S. Dansey

“De la noche hizo su reino. Una noche interior: una casa humilde y cerrada donde hay un cuerpo humano iluminado parcialmente por una pequeña fuente de luz. He ahí la unidad de la Epifanía: la noche, el resplandor, .el silencio, la casa cerrada, el cuerpo humano”
Extraído de Georges de la Tour, de Pascal Quignard (capitulo II)

Como se ha dicho tantas veces existen dos razones para la creación de obras de arte: unas se hacen para que existan, otras para ser mostradas. No volvamos a la cueva de Altamira, a donde no llegaba nadie más que el artista y la obra valía per se. Pero reconozcamos que de esa dualidad intrínseca a toda obra de arte clásico: el valor ritual y el valor de exhibición, del Renacimiento a esta parte es este último el que ha tenido mayor relevancia; porque aunque sería un pecado restarle importancia al rito sagrado de la intimidad del taller, eso que llamamos sistema del arte se ha articulado en torno a la vocación pública de la producción.
Así, el cubo blanco terminó siendo la gran obra de nuestro tiempo. Si el medio es el mensaje ya no importa qué cosa aparezca bajo el spot –¿Acaso faltó algo?– lo que importa es el andamiaje del sistema de legitimación que ahora, puesto en evidencia, empieza a temblar. Salirse de ese supuesto es lo primero que distingue a las obras instaladas en este departamento de la calle Oro. Que, a decir verdad, no son obras que estén negadas, pero tampoco le deben nada a nadie. Son piezas autónomas –siempre que no se corte la luz–.
No es casual que este espacio haya sido alguna vez un hogar, un constructo diseñado para proteger a sus habitantes de la intemperie climática y social, y que hoy abandonado, en plena crisis de valores, sea tomado por estas obras que si bien no están para ser vistas –al menos por una multitud– dejan la puerta entreabierta para el que quiera ver.
Obras, entonces, que cobran sentido en la relación del artista consigo mismo o si se quiere con lo absoluto; como ídolos bíblicos, como amuletos tribales que vienen a aliviar el peso que gravita en el corazón del artista; que vienen a relevarlo de la fatalidad. Obras crepusculares, nacidas en las condiciones extremas de lo profundo que, como los peces abisales, generan su propia luz. No vamos a anunciar ningún apocalipsis. Dudo que algo vaya a terminarse. Pero creo que es hora de cambiar el modo: On/Off.
Todo esto me recuerda al célebre “Elogio de la sombra”, de Tanizaki, ese libro tan exquisito como incorrecto que nos ha legado Borges. En su afán de explicar el valor de la sombra sobre la claridad, el ensayista japonés explica como sus compatriotas hicieron de una carencia, una virtud. Si las damas asiáticas no eran tan blancas como les habría gustado, mucho menos al lado de una mujer occidental, su estrategia estética fue sumergirse en la penumbra de las últimas habitaciones de la casa, sin ventanas ni más luz que una vela; se cubrieron los cuerpos con largos y densos ropajes igualmente oscuros de tal modo que solo quedó a la vista los rostros y las manos, e incluso tiñeron de oscuro su pelo naturalmente oscuro, igual que las uñas y los dientes para que finalmente su piel resplandeciera, blanca y pura por oposición, en la oscuridad total. “En aquellos edificios, a cualquier hora flotaba una estancada oscuridad, similar a una bruma impenetrable. Y nuestras gentiles damas chapoteaban en ese caldo espeso y negro en el que estaban hundidas hasta el cuello”, cuenta el escritor.
La pregunta es, entonces, ¿será este argumento una manera de quitarle su mérito real a cada una de estas obras? No señor, de ninguna manera. El gran mérito de todas y cada una de ellas es su propia existencia. Acá están.


Salón Nacional 2013 Nuevos Soportes e Instalaciones







Muestra "Choja"












Proyecto de:
Marina Etchegoyen
Daniel Juarez
Dolores Martin
Lucila Mayol
Viviana Miranda
Juane Odriozola
Pedro Riva
Julieta Rosell
María Emilia Sanna
Fotografías: Dixit



Choja





Inauguración sábado 27 de julio 21:00
La Tomada
Alberti 860
Marina Etchegoyen
Daniel Juarez
Dolores Martin
Lucila Mayol
Viviana Miranda
Juane Odriozola
Pedro Riva
Julieta Rosell
María Emilia Sanna



Salón Nacional de Artes Visuales 2013




Obra seleccionada:
De la construcción del gusto
Inauguración martes 4 de junio a las 19:00
Palais de Glace



arteBA 2013





arteBA 2013
Del 14 al 27 de mayo
Stand C37
Bisagra Arte Contemporáneo
La Rural



La cura







Labordeboy, una pequeña localidad de Santa Fe ubicada en medio de plantaciones de soja.
Una comunidad donde todos se conocen, se saludan, conocen sus ritmos, sus miedos y deseos.
Hacia allá fui esperando encontrar algo que me ayudara a atravesar un proceso sociofóbico.
Llegué sin ningún proyecto artístico preconcebido, permeable a cualquier posibilidad que pudiera surgir en el lugar.
De pronto me encontré siendo recibido en casa de extraños, ajenos a la desconfianza de quienes vivimos en grandes ciudades.
Sorpresivamente mi interés y capacidad de socializar con desconocidos continuaba intacta.
Las apacibles charlas siempre desembocaban en mi fetichista interés por los objetos que nos rodeaban, aquellos que nos recuerdan momentos, lugares y seres queridos, nos hacen sentir acompañados.
De cada casa me iba con fotografías tomadas a un objeto, elegido especialmente por su anfitrión.
El fetichismo, la catalogación y la acumulación una vez mas guiaban mi obra.
Así llegué a una cordial mujer que luego de varias negativas, creyendo que no poseía nada de interés para mi proyecto, me pidió que la aguardara.
Al cabo de unos minutos regresó sosteniendo algo entre sus manos.
Era la gastada billetera que ella aún conservaba de su fallecido hijo.
El trabajo había llegado a su fin.




Instalación en ruta 4 
En frente altar a San Expedito, detrás "La cura"
Labordeboy
Santa Fe




La cura
Fotografías sobre acetato, madera, charol, vidrio y leds
76 x 104 x 38
2013



Entrevista AY MAG








Revista La Curandera







De la construcción del gusto



"Hasta aquí he insistido mucho sobre la apatía de mi memoria, desde los años de mi
infancia. Pero hay que decir que un recuerdo repentino está cargado de un extraordinario poder de evocación. El pasado no se contenta con arrastrarnos hacia él. Entre todos nuestros recuerdos, hay algunos, desde luego pocos, que en cierto modo están dotados de poderosos resortes de acero, y cada vez que hoy los tocamos se sueltan inmediatamente y nos catapultan hacia el futuro."
                                                                                             Yukio Mishima




Signo de los tiempos
Charol sobre MDF
129 x 129
2011





7 formas de alquimia
Charol sobre libros originales, empapelado,
madera y poster
Medidas variables
2012





7 formas de alquimia
(detalle)





Nuestros ídolos y demonios nos perseguirán
Tinta sobre charol
200 x 113
2012



 


Glam Slam
Charol sobre MDF
84 x 84
2012





Glam Slam
(detalle)





Sin título
Tinta sobre charol
100 x 66
2012





De la construcción del gusto
Fotografías impresas bajo acrílico 
sobre mesa de madera retroiluminada
160 x 107 x 60
2012


Las fiestas de fin de año me llevaron a quedarme en la casa de mis padres por varios días, la casa de mi infancia, la casa en donde me reconozco y en donde todo (hasta el desorden) está en su lugar. El hogar.
Ubicada en el conurbano, ajena a el ritmo de la ciudad, con sus propios tiempos y sus orgánicos sonidos, el especial sopor que acompaña a las tardes de verano fue el marco perfecto para recorrerla mirándola con los ojos de siempre pero descubriéndola con una mirada nueva.
Lo que mis ojos ya no percibían por ser parte de la escenografía habitual de nuestra familia comenzó a entrar en foco, cobrando sentido, ayudándome a entender el porqué de muchas de mis elecciones.
Una casa repleta de objetos que tenían la nada trivial función de hacernos sentir en casa, esa casa imaginada y deseada por mi madre, el lugar donde nada malo podría pasarnos.
Objetos elegidos sin un criterio unificador, sin códigos estéticos ni pretensiones de formar alguna colección.
Conviviendo con naturalidad recuerdos de viajes, representaciones de animales, flores, artesanías folclóricas argentinas y ucranianas (origen de mi familia materna)…
Algunos de estos objetos fueron creados para cumplir alguna función, pero no lo hacen en esta casa, hasta ese momento nunca me había parecido extraño ver  mates adornando un bar, jaulas que no tienen pájaros, o tazas que no se suelen usar pero que están simplemente porque “combinan” con un mueble.

Después de años de tener al fetichismo y la catalogación como ejes de mis obras fue inquietante tomar consciencia del origen de este interés.

La obra consiste en la representación de esos objetos dentro de un marco museístico. Cada objeto fue fotografiado en todos sus lados y luego impresos (respetando su escala natural) en acrílico transparente, haciendo que se fusionen visualmente y formando entre todos una unidad orgánica, un soplo fantasmal que nos recuerda la esencia de su origen.  

Haber pasado el umbral de los 40 años hace que uno mire las cosas con otra disposición, lo que en la infancia nos podía abrumar, lo que en la adolescencia pudo ser objeto de broma, hoy forma parte del entrañable universo que nos hace entender el porqué de nuestras elecciones, de nuestros gustos y deseos; y, lo que es aún mejor, nos ayuda a entender hacia donde vamos.




De la construcción del gusto





De la construcción del gusto
Evento 6 de noviembre 19:30
bsgr arte contemporáneo


Muestra "De la construcción del gusto"